dilluns, 8 d’octubre del 2007

Ángela


















Trabajábamos juntos, pero desde esa noche, nunca una fotocopia volvió a ser lo mismo. Salimos tarde del curro, y le dije de ir a hacer una copa para airearnos un poco antes de ir a dormir. La charla multiplicó la copa prevista por 5, y con esa cifra la rima era muy clara. Lo que no estaba tan claro eran sus desviaciones sexuales. Me empezó a pedir que le dijera cosas sucias primero; luego, que la insultara; y finalmente, que la pegara. Yo accedí al punto 1 y 2, pero en principio me negué al 3. Ella cambió su cara, y no olvidaré nunca su mala leche cuando le dije que no pensaba pegarle. Al ver que su reacción había sido muy brusca (casi me atrevería a decir psicópata), cambió el tono y recuperó algo de ternura para ponerme cachondo con palabras y lengua a ras de oído. Ella me fue poniendo calentísimo comiéndome la oreja, y me excitó tanto que se me fue la mano a su nalga derecha. Ahí fue ella la que se empezó a poner malísima, y húmeda, y todo acabó en sábanas manchadas, intercambio de orgasmos, y el primer capítulo de una historia que se sucedió, entre otros lugares, en el almacén de la oficina... (y me acabó de poner tontísimo sólo de recordarlo)

dijous, 27 de setembre del 2007

Vero




Esa noche habíamos discutido por culpa de mi puto orgullo. Ella tenía razón, y por suerte, mis cables tuvieron un momento de lúcida conexión para reconocerle que yo la había cagado. Toqué una canción a la guitarra y logré robarle una ténue sonrisa que me caló eso que tenemos ahí adentro. Esa noche hicimos el amor, porqué ni que fuera por una vez, nos quisimos de verdad. Los dos éramos demasiado impulsivos como para que aquello no acabara explotando en 1000 pedazos, pero esa imagen de dulce fragilidad no me la quitaré de la cabeza en mi vida.

dimecres, 19 de setembre del 2007

Romina




Tan vergonzosa como cariñosa. Acomplejada por las manchas de su piel que a mí tanto me ponían. Pocos labios tan golosos habré probado en mi vida como los suyos. Y alguno de los orgasmos más placenteros fueron entre sus piernas. Pero ella se sentía patito feo. Como una Gulliver en país de gigantes. Como un monstruo de feria ambulante observado eternamente con sarna y burla. Y la ansiedad dio paso a depresiones, y acabó con aquello tan indefinido pero encantador que había ente nosotros. Dejé de saber de ella, le perdí la pista por completo y me quedé con la eterna duda de si el patito feo se acabó convirtiendo en cisne.

dimecres, 12 de setembre del 2007

Sara




Sin ánimo de ser grosero ni machista, Sara era una calientapollas. La típica. Se pasó 4 meses jugando conmigo al gato y al ratón, que si quiero que si no quiero, que si quedo contigo como amiga pero me pongo escote hasta el ombligo y minifalda subida hasta el cuello, que si voy diciendo por ahí que me pones pero cuando te invito a mi casa a solas y me tumbo apoyando la cabeza sobre tu entrepierna en el sofá luego no te dejo ni que hagas el intento de mover un dedo... total, que en éstas, su novio le dejó por otra justo cuando yo empezaba a salir con una chica, y debió pensar que el momento había llegado. Ella (que se debía creer irresistible) me iba a hacer ser infiel, y ya de paso (y necesitada de sexo y de reconstruir su ego hecho cachitos), se lo iba a pasar bien conmigo. Me invitó a cenar a su casa, con uno de sus habituales mini modelitos, me preparó cena afrodisíaca (remarcando este punto varias veces durante la cena), se me insinuó como nunca antes, y me empezó a poner muy caliente. Yo le seguí el juego, toqué todo lo que pude, y cuando pude comprobar vía digital que estaba realmente cachonda, le dejé en su sofá Ikea donde tantas otras veces me había puesto enfermo, y me largué. Caminando casi como un pingüino, pero con el orgullo de un león que se siente el rey de la selva. Y es que ya lo dice el refrán: hay veces que 'más vale dignidad propia que coño ajeno'. Sobretodo si tienes manos e imaginación...


dimarts, 11 de setembre del 2007

Jill




La historia de Jill no tiene nada de glamour ni romanticismo, pero me sirve de doble homenaje: uno, a aquellas noches de verano adolescente en que ligarte a una guiri te convertía en héroe admirado y envidiado por igual entre tus amigos; y dos, a las películas del nunca suficientemente valorado Russ Meyer y a sus heroínas todopoderosas, capaces de desarmar a cualquier hombre con violencia o encantos, según fuera el caso...


dimecres, 5 de setembre del 2007

Ruth




Ruth era morbo empapado. Y de ella no hay mucho más que decir...

divendres, 31 d’agost del 2007

Sofía




Estabas tan sexy así que preferí no quitarte más ropa. Luego me dijiste que tampoco habría servido de mucho, porqué te había venido a visitar tu prima la de Zamora, y no habríamos podido hacer nada. Pero como todo cuadraba esa noche, me sentí el hombre más feliz del mundo, por gozar de esa armonía perfecta con una chica tan bella como tú a mi lado. Dormimos pegaditos, con caricias y besos constantes, palabras tiernas, y bellos propósitos que sabíamos perfectamente que el destino no nos dejaría cumplir. Pero esa noche tuve la certeza del significado de 'conectar' con alguien. Allá donde pares, un besazo, diablilla.